Entrevista a Junta Directiva de ANEP, España
¿Podéis explicarnos qué es la educación prenatal?
Queremos comenzar con las palabras de un pitagórico, de la Grecia antigua, llamado Ocelle de Lepkade, que de alguna manera expone la idea que subyace en la visión de la educación prenatal, él decía:
“No basta con que las familias tengan muchos descendientes, lo importante es que nazcan bellos seres humanos, así las ciudades tendrán paz y las casas serán gobernadas con sabiduría”.
Dicho lo cual, podemos definirla como aquella que un ser va a recibir antes del nacimiento. Nosotros, cuando hablamos de educación prenatal, nos gusta añadir natural, para diferenciarla de estimulación prenatal, con la cual no tiene nada que ver.
El bebé prenatal es un ser digno de respeto y hay que dejarle hacer su proceso tranquilamente, en paz, como la naturaleza lo ha previsto. No hay que enseñarle nada por medios artificiales externos. En realidad, él se va educando a través de la forma de pensar, de sentir y de vivir de los padres, en el cotidiano, sobre todo de la madre, en el periodo de gestación, aunque la función y el papel del padre durante él, también será muy importante como explicaremos más adelante.
No obstante, antes de seguir adelante, querríamos tranquilizar a aquellas personas que ya han sido padres y madres, por si, al leer estas líneas, pudieran surgirles algunas preguntas sobre si esto o aquello lo hicieron o no. Esto no es importante, “todos hemos hecho lo que hemos podido con los conocimientos que teníamos en su momento, y lo hemos hecho con todo nuestro amor y mejor voluntad”, lo relevante es que puedo hacer a partir de ahora con estas informaciones, si resuenan en mí… Son, básicamente, informaciones útiles para el presente, pero sobre todo para el futuro de las nuevas generaciones. Nosotros abrimos la puerta, desde aquí, al estudio, a la investigación y/o a la experimentación, si aún se plantean ser padres y madres.
¿En qué os basáis cuando habláis de Educación Prenatal?
Nos basamos, en primer lugar, en las investigaciones y descubrimientos científicos y psicológicos que se vienen realizando desde hace más de 50 años, desde campos diferentes cómo: la medicina, la psicología y la psiquiatría, la bioquímica, la biología, las neurociencias…, los cuales nos están demostrando que las bases de nuestra futura salud física y psíquica, de nuestras capacidades intelectuales y coeficiente de inteligencia, de nuestra forma de comportarnos y de relacionarnos en el futuro se sientan en este periodo, extremadamente sensible y delicado, que es el gran desconocido aún, que es el prenatal.
En segundo lugar, en el conocimiento, y en las referencias que hay de ella en las civilizaciones antiguas, a través de las cuales sabemos que se conocía y se practicaba en sus momentos de esplendor, (India, China, Egipto, Grecia…), Alfred Tomatis, médico otorrinolaringólogo, decía que “los antiguos a fuerza de reflexión y de intuición, propusieron hipótesis que hoy la ciencia con su arsenal tecnológico, no hace más que verificar”.
Y, en tercer lugar, en los testimonios directos de padres y madres, que nos han ido compartiendo a lo largo de tantos años, sus vivencias y experiencias confirmadas, por los descubrimientos científicos también.
¿Por qué es tan importante que los padres, y sobre todo los futuros padres, conozcan la educación prenatal?
Es importantísimo que los conocimientos de la educación prenatal se difundan, en general en toda la sociedad y, en particular entre los padres y madres, ya que, quizás, a través de ella puedan entender algunos comportamientos, rasgos de carácter o actitudes de sus hijos/as, y si estos generan problemas en sus relaciones, posiblemente puedan ayudarles a solucionarlos. El diálogo, la comunicación y el amor es una forma de comenzar, y/o también, podemos recurrir a la ayuda de un profesional cualificado, si nosotros solos no podemos. Con respecto a los futuros padres podrá ayudarles a tomar conciencia del compromiso y la responsabilidad que supone traer un nuevo ser al mundo, y poder darles la oportunidad de mejorar su vida y la vida de sus futuros hijos/as. Así mismo puede ser una herramienta muy interesante y útil para: psicólogos, profesores, pedagogos, personas del ámbito sanitario, empresarial…
¿A partir de qué momento podemos empezar a hablar de educación prenatal?
Pues, desde el momento en que en la pareja surge la idea y el deseo de traer un nuevo ser al mundo y se sienten con las fuerzas, los medios y hacen espacio en sus vidas para acogerlo. A partir de aquí comienza un periodo de preparación de los padres antes de la concepción, a fin de que llegado el momento puedan ofrecer a su descendencia las mejores condiciones de creación, formación y desarrollo desde el inicio de sus vidas
¿Puedes hablarnos en qué consiste esta preparación de los padres?
Para entender la necesidad de esto, podemos utilizar el símil de un agricultor que quiere plantar una huerta, por ejemplo, antes de sembrar tiene que preparar la tierra: limpiar, allanar el terreno, abonar, cavar los surcos, etc.
De esta misma manera los futuros padres y madres, deberían preparar su tierra, que es su cuerpo: física, mental y emocionalmente.
El cuerpo se puede preparar mediante una dieta equilibrada y variada, con productos los más naturales, posibles, si podemos evitar los que llevan muchos productos químicos, mejor.
Eliminar todas las sustancias tóxicas: tabaco, alcohol o cualquier tipo de droga. Y realizar ejercicio físico, de todos es sabido que es muy positivo y recomendable para poder mantener un buen estado de salud.
Pero aquí no termina la preparación, ya que, a veces, las toxinas más dañinas son aquellas que están en nuestra mente y en nuestro corazón, bajo forma de pensamientos y emociones negativos, como miedos, rabia, odio, rencor, tristeza, celos, etc., algunos de los cuales, más de lo que podamos pensar, tienen su origen en la etapa prenatal. Este mundo mental y emocional debería ser sanado antes de la concepción ya que nuestros hijos, no sólo heredan nuestro patrimonio genético físico (talla, color de los ojos, etc.), también heredan nuestra manera de pensar y de sentir. Por lo tanto, en el momento de la concepción le transmitimos todo ese bagaje, del cual una parte es nuestra, y otra parte puede ser, incluso, de nuestros ancestros. A veces, son problemáticas que se van pasando de generación en generación, bajo la forma de traumas, heridas, bloqueos, etc. El psiquiatra Thomas Verny, dice que, “las mujeres y los hombres deben resolver sus problemas emocionales antes del embarazo para no transmitirlos a sus hijos”. Para intentar sanar estas huellas prenatales podemos utilizar varias vías, desde la psicología tradicional, hasta terapias alternativas muy efectivas a la hora de abordar y solucionar estas cuestiones sin resolver, y así poder romper la cadena de trasmisión. Esta preparación es conveniente realizarla un año, o seis meses antes de concebir.
¿Podríais hablarnos con más detalle sobre el momento de la concepción?
La concepción es, contrariamente, a lo que suele pensarse un momento importante para la vida del futuro ser, dado que el estado en el que se encuentre la pareja va a quedar registrado en la primera célula que se cree. Por ello, lo más recomendable e ideal es que sea un acto de amor consciente. Y decimos consciente, porque el deseo y el amor hacia el hijo/a están presentes. Podemos acercarnos a comprenderlo a través de la biología, ésta nos dice que estamos habitados por billones de células, que cómo dice el biólogo celular Bruce Lipton, son criaturas inteligentes que tienen la capacidad de grabar información y al multiplicarse de llevarlas a las otras, entonces, si la concepción ha sido un acto de amor consciente, ¿qué va a registrar esa primera célula? Pues, seguramente ¡Amor! Aquí podemos decir que comienza la educación directa de ese nuevo ser y lo hace desde la base más sólida que pueda existir, y que podamos ofrecerle: el amor. En la India ayurvédica se decía que, “el ambiente más propicio para la fecundación se compone de: Belleza, Amor, Armonía”. Y hoy en día, la ciencia parece confirmarnos, la importancia y trascendencia de este momento, entre otros a través de la doctora Claude Imbert, médico oncóloga, que lleva años investigando sobre las huellas prenatales, ella nos cuenta que “se graban en el embrión, los pensamientos, las emociones y los comportamientos que tuvieron lugar en el momento de la concepción y en los instantes que le preceden, y así durante toda su vida desde el momento de la concepción”. Por consiguiente, si también se graban los pensamientos, podríamos tener en la mente un pensamiento positivo, por ejemplo, que nuestro hijo/a será un ser que vendrá adornado con las mejores cualidades, y posiblemente se grabe en esa primera pequeña célula.
¿Qué importancia tiene la gestación en el desarrollo sano del bebé?
El neonatólogo, Alexander Minkowski, decía que “el amor transmitido al feto es el que le convertirá más adelante en un individuo, sano y feliz”.
La gestación es un periodo privilegiado y de una gran importancia. Es una etapa mágica y maravillosa en la que la madre tendrá, con los poderes que la naturaleza le ha dado, la oportunidad de ayudar al ser que lleva en su seno a crecer, formarse y desarrollarse en las mejores condiciones posibles. Para poder llevarlo a cabo, dos serán las claves: el amor y la posibilidad de poder vivir este periodo en la mayor tranquilidad y armonías posibles y para ello será necesario y conveniente que se sienta segura, rodeada de un clima de afecto, cariño y comprensión que tendrán que suministrarle, fundamentalmente el padre, pero también todo su entorno, (familia, amigos, vecinos, compañeros de trabajo...) Por la sencilla razón de que todo lo que la madre vive, el bebé prenatal lo vive. Por lo tanto, el apoyo y el cariño del padre, serán muy necesarios porque él será el pilar principal que podrá sostener a la madre y al bebé durante este periodo. Bruce Lipton, expone que, “lo que hace el padre afecta profundamente a la madre, lo que a su vez afecta al hijo en desarrollo”.
El bebé prenatal es un ser sensible, comunicativo, tiene memoria, graba y posee unas asombrosas capacidades de aprendizaje, él se va a ir educando a través de lo que la madre piensa, siente y hace, por eso es importante que esté atenta a sus pensamientos y sentimientos, que procure que sean lo más positivos posibles. Claro está, que sabemos que mantener un buen estado de pensamientos y sentimientos positivos no siempre va a ser fácil, pero, si es consciente que ello supone un beneficio para el bebé, cuando le asalten estados negativos podrá cambiarlos, sabiendo el efecto que entraña para el bebé en gestación. Los científicos nos están diciendo desde hace un tiempo, que los pensamientos y los sentimientos positivos pueden activar nuestro ADN latente e incrementar nuestro potencial. ¡Imaginemos por un momento el efecto que esto puede ejercer en el bebé en formación!
Al bebé le llegan los pensamientos y sentimientos de su madre, mediante varias vías, cómo: sangre y líquidos, hormonal, neuronal y sensorial, pero no puedo pararme en ellos, al igual que en otros aspectos de los que hemos hablado anteriormente, porque el objetivo de esta entrevista es dar algunas pinceladas sobre el tema.
Otro elemento interesante que las mujeres pueden utilizar en este periodo, es la imaginación, en las mujeres está muy desarrollada. Qué la madre se imagine a su hijo/a poseyendo las más bellas y nobles cualidades, y las fuerzas del subconsciente que son las que están formando al bebé se encargarán de llevarlo a cabo.
Al bebé le podemos manifestar el amor también mediante otras cosas muy sencillas: la voz, hablarle los dos, el padre y la madre, con ternura, manifestadle cuánto le amáis, con qué alegría lo esperáis… él oye en el seno materno, algo que ya en la década de los años 50, del siglo pasado, dijo por primera vez el médico, Alfred Tomatis.
La voz suave de ambos ejerce un efecto benéfico profundo sobre el bebé, nos dice el doctor Deepa Chopra. Y, a través de ella, el padre puede ir tejiendo ya un vínculo profundo con su hijo/a desde antes de nacer. Cuando nazca reconocerá la voz de los dos.
La música ejerce un efecto positivo también en él, aconsejables: clásica, alegre, suave, de relajación. Y a un volumen que no pase de 110 decibelios, pues puede ser peligrosa para el bebé. Evitar el rock, heavy y la de discoteca, nos dice el doctor Alfred Tomatis.
La belleza es otro aspecto a tener en consideración en este periodo; que la madre procure que todo lo que lea, escuche, vea, sea positivo, noble, elevado, para impregnar al bebé de belleza y de amor hacia ella. Evitar las lecturas, conversaciones, espectáculos, desagradables y deprimentes, las películas de terror o violencia… porque todo lo que afecta a la madre, afecta multiplicado al bebé. Esto no quiere decir, cómo nos expone el doctor Deepa Chopra, y cómo podemos pensar lógicamente, que la madre tenga que vivir en una burbuja, pero si tiene estos conocimientos, quizás, podrá actuar, conscientemente, en momentos determinados, para preservar su salud y tranquilidad, y la del ser que lleva en su seno.
Estar en contacto con la Naturaleza, es otra actividad recomendable. Es muy saludable, ella es una fuente de salud y bienestar y ayuda a un desarrollo armónico del bebé: pasear, caminar, nadar, disfrutar del silencio y de los sonidos agradables que reinan en ella, etc., Practicar, siempre y cuando se pueda y, según las creencias de cada persona: meditación, yoga, mindfulnes, ejercicios de respiración, y relajación, masaje, oración…
Y estar atenta para evitar el estrés, sobre todo el crónico, él afecta: al desarrollo del cerebro, al coeficiente de inteligencia, al crecimiento fetal, nos están alertando los científicos, y también, eliminar sustancias tóxicas, alcohol, tabaco, o cualquier otro tipo de droga, tienen un bajo peso molecular y atraviesan con facilidad la barrera placentaria. Sus consecuencias se manifestarán, posteriormente, en problemas morfológicos y con alteraciones y trastornos del carácter y del comportamiento en niños, adolescentes y adultos.
¿Podría ayudarnos la educación prenatal natural a solucionar los graves problemas a los que se enfrenta la humanidad?
Desde nuestro punto de vista, podría ser una alternativa viable para solucionarlos, si millares y millares de futuros padres se decidieran a llevarla a cabo. La educación prenatal natural ofrece grandes beneficios a la sociedad. A los futuros padres, desde el periodo de preparación, les va a hacer adquirir una nueva conciencia de sí mismos, de la vida, de la responsabilidad que supone traer un nuevo ser al mundo y de su papel fundamental como primeros y principales educadores de sus hijos/as, desde antes de nacer.
Teniendo en cuenta que el amor, el respeto, el diálogo, y la comunicación están presentes a lo largo de toda la educación prenatal natural, y que con ellos y en ellos se ha ido educando naturalmente el ser, esto podrá contribuir a crear unas relaciones familiares sanas y armoniosas, lo cual tendrá una gran repercusión en la sociedad, si tomamos en consideración, qué la familia es la célula básica de cualquier sociedad, si ella se construye sobre los principios que acabamos de exponer, cabe pensar que los beneficios para la sociedad en su conjunto serán grandes.
Por otra parte, seres que han sido respetados desde el inicio de sus vidas, concebidos con amor, gestados con amor, serán seres naturalmente dialogantes, pacíficos, que podrán conducirnos al mundo de Paz, que tan urgentemente estamos necesitando.
Actúa en el campo de la prevención, así pues, podríamos decir que es uno de los métodos más eficaces para erradicar la violencia y otras disfunciones, porque construye la salud física y psíquica del ser en formación, lo que va a suponer economizar gastos en salud. Algo que ya se planteó en el documento de los 1001 días, presentado en el Parlamento inglés en el 2014, y que hoy en día están diciendo otros informes.
Para que una sociedad pueda transformarse, un camino es comenzar por transformarnos cada uno de nosotros, este es un primer paso importante, porque, todos sabemos que, cuando una persona cambia, todo lo que está alrededor cambia. Esto, generalmente, conlleva mucho tiempo, es un proceso muy lento, pero, quizás, si comenzamos a educar en el respeto y en el amor desde el minuto cero, es decir desde el inicio de la vida, esta transformación podría ser mucho más rápida, y, además, duradera.
¿Os ocupáis del nacimiento y la lactancia? ¿Podríais decirnos algo sobre ellos?
Aunque, evidentemente, no entran en lo estrictamente prenatal, desde el punto de vista de la educación prenatal natural, tanto el nacimiento como la lactancia son fundamentales, ya que hacen de puente suave entre la vida intrauterina y la vida extrauterina. Por lo tanto, son también, muy importantes.
Las condiciones en las que un ser hace su primera incursión en el mundo, en el momento del nacimiento son muy delicadas, y es conveniente preservar, todo lo posible, la intimidad entre madre y bebé y el padre, si está presente. Acompañarlo y recibirlo con amor, cuidado, atención respetuosa, y no solo por parte de los padres, también de todas las personas que asistan a él. Todo lo que viva y experimente, en ese momento va a grabarse en el nuevo ser y va a dejar sus improntas, benéficas o traumáticas, según se haya desarrollado; ello nos acompañará a lo largo de toda nuestra vida y va a determinar en parte, algunos rasgos de nuestro carácter.
Sobre el nacimiento hay mucho escrito, este aspecto está más estudiado y es más conocido que la etapa prenatal, por eso solo damos una pequeña pincelada. El médico F, Leboyer en el 1975, escribió un libro llamado “Por un nacimiento sin violencia” y en él expuso una serie de reglas básicas que serían las que deberían presidir un nacimiento, lo que ha sido ampliamente desarrollado, posteriormente, por el médico M. Odent, en varios de sus libros.
En cuanto a la lactancia materna, su importancia, no sólo radica en los beneficios que aporta desde un punto de vista meramente físico, de todos es conocido, que ella ofrece la alimentación más adecuada para el delicado organismo del bebé, algo que está también muy explorado, sobre ello se puede encontrar mucha información, y también existen numerosos grupos de apoyo a la lactancia materna, formado por madres, creo que en gran parte de la geografía española. Pero, el otro aspecto importante, es que ella crea un vínculo afectivo con el bebé, que será para toda la vida. Es un momento privilegiado a través del cual podemos transmitirle todo nuestro amor, mediante las palabras, las miradas o mediante nuestros pensamientos. Por eso es recomendable que cuando se amamante, nuestra atención esté centrada en él, va a sentir seguridad en los brazos de su madre, recordará los sabores percibidos en el líquido amniótico a través de la leche materna, el tic tac de su corazón, el olor de su piel, señales que serán tranquilizadoras. No obstante, si no se puede dar el pecho y hay que recurrir al biberón, pues también es un momento privilegiado de comunicación y de amor con su hijo/a.
¿Cómo veis el papel de la mujer madre en nuestra sociedad?
Sumamente importante, el pedagogo, Omraam Mikhaël Aïvanhov, decía algo muy sencillo y en lo que nunca se piensa y es que “Es gracias a las madres que la humanidad aún existe”.
Hoy en día, quizás más que nunca, tenemos que recuperar el valor y la esencia de lo que es y representa el principio femenino, y su importancia capital en la regeneración de la humanidad, algo que las mujeres pueden realizar, también, a través de la maternidad.
Uno de nuestros objetivos es el de dignificar el papel de la mujer-madre en nuestra sociedad actual, ya que se ha ido perdiendo, poco a poco, su importancia y relevancia, algo que arranca desde la revolución industrial.
Por un lado, con la incorporación de la mujer al mercado laboral, el tener hijos es algo que queda relegado a un segundo lugar. Por otro lado, se ha puesto mucho el acento, posiblemente, en el valor de la mujer universitaria, empresaria, política, famosa… lo cual no es negativo, ni mucho menos, pero, quizás también, ha contribuido a que olvidemos el importantísimo papel de la mujer asociado con la maternidad, y del papel fundamental como educadora de su hijo/a, desde ella, así como de la capacidad de poder, a través de su amor y entrega durante este periodo, contribuir a traer al mundo a un ser sano física y psíquicamente, a un ser que tendrá muchas probabilidades de ser feliz. Seres que el día de mañana podrán aportar lo mejor de sí mismos al Planeta.
Contando con el apoyo esencial del padre y de todo su entorno las mujeres pueden convertirse en un factor fundamental para la regeneración de la sociedad y de la humanidad.
Termino con las palabras de Frédéric Leboyer, antiguo jefe de clínica en la facultad de medicina, para él “la espera de un hijo/a es una de las más grandes aventuras de una mujer, una transformación en profundidad, una metamorfosis, una historia de amor”
Muchas gracias.
Junta Directiva de ANEP, España
Si queréis saber más de nosotros, y de la educación prenatal podéis ir a la web de ANEP, España: anepeducacionprenatal.org
Allí podéis encontrar links que os llevarán, entre otros materiales, y secciones, a cursos online, realizados con la prestigiosa Escuela Bitácoras y con la Universidad Autónoma de Madrid, así como a ponencias de Jornadas y Congresos, de pedagogía y educación prenatal, realizados con la Universidad Autónoma de Madrid.
Y también encontraréis dos libros PDF, donde podréis acceder a información amplia y científica sobre la educación prenatal, y a una extensa bibliografía
Si queréis comunicar con nosotros o asociaros, podéis ir a nuestro correo electrónico: anepeducacionprenatal@gmail.com
by Paz
Más info en: 644 038 719
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